- 27/08/2020
- Consejos de Salud
Claves para no tenerle miedo al dentista.
El miedo al dentista es mucho más común de lo que se piensa, no son pocas las personas que llevan años sin pisar la consulta del odontólogo solo por esto, pues solo pensarlo les genera ansiedad y no está fundamentado en experiencias vividas, sino en sensaciones y percepciones de cuando éramos niños, agregando aparte los inquietantes ruidos que hacen las herramientas que utilizamos para trabajar.
Esto crea un círculo vicioso, en el que la elusión del tratamiento dental lleva a un deterioro de la salud dental, con pérdida de las piezas dentales, y éste a un sentimiento de culpa y más ansiedad que refuerza, muchas veces por vergüenza, la actitud de evitar ir al dentista
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) 15% de la población padece odontofobia, que es el pánico al dentista. Se trata del miedo al dolor y a la ansiedad que podemos llegar a vivir en una cita al odontólogo.
Nosotros somos muy conscientes del miedo que sienten muchos de nuestros pacientes cuando vienen a consulta y nos hemos formado para enfrentarlo, pero si eres parte de ese 15%, es momento que pongas de tu parte para superar ese miedo, ya que la salud dental es más importante que cualquier experiencia previa. Además, hay técnicas y métodos que te ayudarán a resolver la fobia. Pero, ¿qué pueden hacer los propios pacientes para evitarlo? Los expertos de Clínica Boccabell te hacen algunas recomendaciones en este sentido:
- Identificar la razón del miedo. Es importante reflexionar sobre las causas del propio miedo al dentista y analizarlas con tranquilidad.
- Elegir un dentista de confianza. Lo ideal es pedir sugerencias a conocidos para escoger al profesional y luego, usar la primera cita para hablar de ese miedo que tienes.
- Información. Muchas veces, el ir a una clínica dental y solicitar información puede ayudar a resolver dudas. También permite conocer el lugar al que se puede ir y ver cómo los pacientes que salen del consultorio lo hacen con tranquilidad. Si el miedo es al dolor, hay que preguntar por la sedación. Si el miedo es al coste económico, habrá que preguntar por posibles ofertas, formas de pago, etc. Es importante salir de la consulta con todas las dudas resueltas.
- Que la cita sea en la mañana. La angustia por tener que ir al dentista te abrumará todo el día si colocas la cita para la tarde.
- Mientras se espera. Lo mejor es abstraerse. Si se va acompañado la conversación permitirá distraerse y no pensar en lo que está por venir. Si se va solo, lo mejor es tratar de distraerse leyendo, escuchando música, haciendo crucigramas.
- Practicar técnicas de relajación. El control de la respiración es fundamental en el plan para eludir los nervios.
- La primera visita. La primera consulta del odontólogo suele ser una revisión de la que saldrá un plan de tratamiento, por lo que no habrá ni pinchazos, ni actos dolorosos. Sin embargo, antes de ir conviene definir todo lo que se desea preguntar teniendo en cuenta los propios miedos.
- Decirlo al llegar a la consulta. No hay que sentir vergüenza por sentir miedo al dentista. Muy al contrario. En algunas clínicas hay odontólogos especializados en pacientes con miedo.
- Acordar un gesto clave. Que el dentista sepa que si haces un gesto o movimiento de la mano significa que estas sintiendo dolor y debe parar o que vaya comentando lo que va haciendo. Eso te dará tranquilidad.
Es muy posible que el miedo perdure aun después de la primera consulta, pero te aseguramos que será con una perspectiva diferente. Si es cierto que quizás, algunas situaciones si duelen un poco, pero lo importante es procurar tener en cuenta los beneficios de los tratamientos.